Definición
Son sensaciones de latidos cardíacos que se perciben como si el corazón estuviera latiendo con violencia o acelerado. Pueden sentirse en el pecho, la garganta o el cuello.
Usted puede tener conciencia desagradable de sus propios latidos y/o sentir como si los latidos se saltaran o se detuvieran.
Nuestro corazón late normalmente entre 60 a 100 latidos por minuto en reposo y va más rápido cuando hacemos ejercicio o sentimos dolor. Cuando estas variaciones del latido son anormalmente rápidas (taquicardia) o lentas (bradicardia) se produce una arritmia. En personas que hacen ejercicio habitualmente o que toman medicamentos para reducir el ritmo cardíaco, la frecuencia puede caer por debajo de 55 latidos por minuto.
Causas
- Anemia
- Ansiedad, estrés o miedo
- Cafeína
- Ciertos medicamentos, incluyendo aquellos para tratar la enfermedad
tiroidea, el asma, la hipertensión arterial o los problemas cardíacos
- Cocaína
- Ejercicio
- Fiebre
- Hiperventilación
- Bajos niveles de oxígeno en la sangre
- Valvulopatía cardíaca
- Nicotina
- Hiperactividad de la tiroides
- Bajo niveles de potasio en sangre
- Cardiopatías
Cuándo contactar a un profesional médico
- Palpitaciones primer episodio o características diferentes a los episodios habituales.
- Factores de riesgo para cardiopatía isquémica, como colesterol alto, diabetes o hipertensión arterial.
- Su pulso es de más de 100 latidos por minuto (sin ejercicio, ansiedad ni fiebre).
Los siguientes síntomas requieren atención inmediata:
- Pérdida de la conciencia
- Dolor torácico
- Dificultad respiratoria
- Sudoración inusual
- Vértigo o mareo
- Visión borrosa
Al consultar al médico:
Se le realizará examen físico minucioso. Le harán un electrocardiograma.
Si el médico descubre que usted tiene un ritmo cardíaco anormal, se puede solicitar otros exámenes, como:
- Monitor Holter durante 24 horas u otro tipo de monitor cardíaco por dos semanas o más
- Ecocardiograma
- Estudio electrofisiológico (EEF)
- Angiografía coronaria
Cuidados en el hogar:
- Reducir la ingesta de cafeína y nicotina.
- Reducir el estrés y la ansiedad. Realizar ejercicios de respiración o relajación profunda.
- Realizar actividad física de manera regular.
- No fumar.